8/1/11

Probando Bolígrafos

Yo no sé si tú también mueres por verme a los ojos todos los días y, con ellos, intentar hablarme. Desconozco si sientes nervios antes de decirme algo que creas importante. Ignoro si, al abrazar una almohada, imaginas que es mi espalda o mi pecho. Y si te sonríes en la oscuridad soñando algo que deseas que suceda (y que sepas, además, es imposible). Tampoco tengo manera de saber si me recuerdas al ver algo en la calle... Y si te lamentarás porque no estoy contigo para compartirlo.

No tengo la más mínima idea de si piensas o dudas antes de llamarme o simplemente te da igual y lo haces como se hacen todas las llamadas (por necesidad, costumbre o por evitar la soledad).
De lo que estoy segura es que yo sí muero, siento, te imagino, sonrío al recordarte (aunque eso quiera decir que últimamente ando con la cara de imbécil al cuadrado). Además, pienso antes de llamarte porque dudo que quieras hablarme o que al menos tengas tiempo para mis estupideces. Y si nada de esto te pasa conmigo, no sé si prefiero seguir comiéndome el coco o seguir comiéndome el cuento de que sí.