23/11/10

One thing



Déjame contarte un secreto:
Una sola cosa me interesa en esta vida...
Matarte de risa.

5/11/10

24/10/10

Metrobús


Veo los ojos de un hombre que, al parecer, no han sido vistos recientemente de día. En el rostro se le ha marcado el diseño de sus lentes de sol. Mira al resto de los pasajeros fascinado. Me veo en él. No necesito esperar a que sonría, sé que las conversaciones ajenas le hacen gracia. ¿Quién es éste hombre? No lleva más que gafas de lectura guindadas al cuello, ropa con tonos marrones, algunos años a cuestas y una curiosidad de niño admirable. En algún momento nos miramos y yo volteo hacia mi ventana. Descubro que buscó verme a través del cristal, desvío la vista nuevamente. Se olvida de mí. ¿Se vio en mí?

Un anciano detrás, se encuentra con un amigo y hablan de béisbol. “¿Cómo estuvo tu día?”, pregunta el amigo. Me causa risa, pero sólo miro hacia abajo y niego con la cabeza, lo que traduce: No puedo creer que la gente se pregunte esas cosas en la calle. Qué agradable. “Ya viene diciembre”, comenta el otro y siento ese aire nocturno de ya pasó todo, ya fue, disfrutemos, tendremos otras oportunidades.

Se sigue llenando el transporte y todo lo lindo se cae cuando me doy cuenta que ha subido una mujer joven, claramente atractiva, cargada con bolsas, objetos y ninguno de los hombres, ni ése de los ojos que no son vistos de día, ni los estudiantes, ni el amigo del anciano, ni otro chico que se sentó a mi lado, ceden el puesto. A pesar del mar de hombros y estilos de cabello, aún puedo ver la cara de aquel primer hombre que ahora parece disgustado. ¿Habrá visto lo que vi? Me concentro de nuevo en la calle. Me gustaría saber qué hace la gente que se sienta en las plazas. Por qué se sientan solos en las plazas. Suena un beso. Me quiero ir. Falta mucho.
En un asiento próximo, una mujer comienza el primer capítulo de una historia.


19/10/10

Así Son Las Noches

Un sofá, una cama, una hamaca. Un pedazo de edredón que arropa la ausencia de tu cuerpo, o que arrugo hasta formar una copia pésima de tu espalda. Y que, sin miedo a que me vean, abrazo mientras imagino el ritmo de tu respiración para apaciguar la mía.

Imagino también, mi cabeza adormecida en tu pecho. Un beso tuyo en mi frente. Tus manos explorando mi cabello. Mis dedos, incrédulos, rodando por tus costados suaves. Tu risa perfumando las almohadas. Palabras tuyas que son propulsión iónica.

Así son las noches cuando no estás conmigo. Quiero decir, todas las noches.

17/10/10

Repentinamente Cursi


Supe que te amaba cuando me di cuenta de que ya no necesitaba estar descalza sobre la arena mojada, ni tener al mar en frente para poder contemplar y sentir lo que era la inmensidad.

6/5/10

GAME OVER

Ya no más. Decidí que se acabó todo esto. Basta de las madrugadas en tu nombre, de los tragos dedicados, de las canciones a tu salud. Un ridículo instinto de supervivencia retoñó de algún pozo oscuro mientras rodaba alguna calle. Se acabaron las cartas enésimas, los poemas que evocaban cualquier rastro de tu piel, las locas ganas de llorar en los karaokes, las frases delatoras, las cenizas. No lo niego, te seguiré echando de menos en cualquier instante. Extrañaré todo, créemelo. Seguiré escapando de ti y tú seguirás escapando de mí y de mis misterios. Me seguirá doliendo el haber sentido algo tan malditamente profundo por ti y no habértelo dicho, aunque lo hayan gritado millones de veces mis ojos, mis actos. Pero el hecho de obligarme a alejarme de ti, se ha tornado más insoportable que el no haberte tenido, aunque hayas estado frente a mí todos los días. Del otro lado de las tazas de café. Detrás del humo.


Me harás mucha falta. Dios sabe hasta cuándo, pregúntale si te atreves. Dolerá otra vez encontrarte gracias / por culpa de las personas en común. Pero sólo dolerá esas veces, o cuando un ingenuo te nombre de nuevo y me cuente de ti. El resto de los días, los gastaré tratando en vano de olvidarte. Se acabó esta noche, te lo juro. Y por último, prefiero que me odies a que te enteres algún día que te amé aquellas veces, tantas. Y que seguro seguiré amándote dentro de este pozo de mierda que me llevaré hasta callar para siempre.
Quería que lo supieras, aunque nunca leas esto.


15/2/10

Otro Catorce

Te sigo viendo en todas partes. En el rostro que otro rostro cubre y el cabello como fase lunar. Huele a ti por donde pase. Te presiento. Aunque no quiera, te espero. Me unto el patetismo, oigo risas burlonas. Me encuentro a mí misma riéndome de mí, escribiéndote lo mismo de tantas madrugadas. Desangrándome con cada recuerdo. Ensayando cómo actuar en el próximo encuentro accidental. Cómo me seguiré callando. Cómo me tragaré la rabia cuando alguien vuelva a nombrarte. Convenciéndome, una vez más, de que sigues aquí y que no hay manera de escapar de tus párpados.
Pensando en ti, irremediablemente.


24/1/10


Dijiste esas seis palabras y comprendí,
que no había mañana posible entre tus ojos de niebla.

14/1/10

Stupid Poem: I Saw You Crying.


(Había prometido, creo, no dedicarte una sola palabra más. Esto no es nada bonito. Todavía sé que no tienes ni idea de nada. Nunca lo harás. Pero no tengo a quién contarle que hoy te vi, otra vez, y tú no. Y que no importa de todas maneras).



I saw you crying tonight,

But you did not see me.
I saw your tears,
burning your face.
They are still killing,
I will not stop praying,
But I have to laugh;
You said you were happy,
Congratulations,
You can not forget
how to lie.