Bebiendo para contarlo
Dejando pistas... Perdiendo el hilo.
29/7/12
(Sin título).
20/12/11
24 de junio
25/10/11
Itinerario simple de tu ausencia.
Hoy no has venido al parque.
Podría ponerme a recoger del suelo
la luz desorientada y sin objeto
que ha caído en tu banco.
Para qué voy a hablar
si no está tu silencio.
Para qué he de mirar sin tu mirada.
Y este reloj del corazón que espera
golpeando y doliendo.
Esta noche de luna, y tú, lejana.
Necesito a mi lado tus preguntas
y encontrarte en el aire vuelta brasa,
vuelta una llama dulce,
vuelta silencio y regazo,
vuelta noche y reposo, como cuando
guiábamos la luna nuestra hasta la casa.
Qué manojo de rosas olvidadas.
Qué tibia pluma y mansa luz,
tu cuerpo como un árbol,
como un árbol gritando,
con tanto poro abierto, con tanta sangre
en olas dulces elevándose.
Oh, sagrado torrente del naufragio.
Cómo amaría perderme
y encontrarte.
Isaac Felipe Azofeifa
1/5/11
Partí de tus brazos.
Partí de tus brazos sin saber a dónde iba. El barco nos empequeñecía hasta hacernos desaparecer. Con temblor. Ahora no me reconozco. Sólo espero que de mí nazca otro hombre unido. Ojalá pudiera devolverte el resplandor que me entregaste. Te pertenece, pero estoy estancado, estancado como una piedra y no podré buscarte.
Rafael Cadenas
30/3/11
"La culpa es de uno". Fragmento.
que yo no me enfrentaba,
como anoche, al espejo
y fue implacable como vos,
mas no fue tierno.
Ahora estoy solo,
francamente solo..."
Mario Benedetti
26/3/11
Si Dios te dio los sentidos
Huele este océano
De tristeza que llevo,
En lugar de sangre,
Dentro de mí.
Toca el pánico,
Los nervios, las mariposas,
El sueño, el éxtasis
Cuando tiemblas de risa,
Las ganas de vida
Que provocas.
Lame suavemente
La rabia, el desquicio,
La sensación de abandono,
De saberte cerca
Y no tenerte.
Escucha cómo se quiebra
Mi corazón
Cuando te llevas
La felicidad
Como arrastrando a un perro necio.
Mírame y le habrás
Estrechado la mano
A la derrota.
8/1/11
Probando Bolígrafos
No tengo la más mínima idea de si piensas o dudas antes de llamarme o simplemente te da igual y lo haces como se hacen todas las llamadas (por necesidad, costumbre o por evitar la soledad).
De lo que estoy segura es que yo sí muero, siento, te imagino, sonrío al recordarte (aunque eso quiera decir que últimamente ando con la cara de imbécil al cuadrado). Además, pienso antes de llamarte porque dudo que quieras hablarme o que al menos tengas tiempo para mis estupideces. Y si nada de esto te pasa conmigo, no sé si prefiero seguir comiéndome el coco o seguir comiéndome el cuento de que sí.