La soledad… es resignarte a quedarte en casa, aunque tengas una invitación a salir, porque sabes con seguridad que te sentirás peor en aquel sitio, enredado en un revoltillo de humanos que no te acompañan.
Soledad es la persona que te sonrió y te guiñó el ojo a lo lejos, mientras le susurraba algo malo sobre ti al de al lado. Es la ventana que abres, para escuchar al mundo y no sentirte solo. Es el vaso con hielo que llevaste a la habitación, sólo para que éste se derritiera y pensaras que hay vida a tu alrededor.
Son las miradas malignas, quizá tenues, que se atraviesan en tu camino, mientras te empeñas en ver tu universo con otros ojos.
Soledad, es engañarte. Adherirte a un cierto grupo de gente que nunca te conocerá. Fingir alegría por acontecimientos baldíos. Saludar con entusiasmo a aquel que sabes no te soporta. Detenerte frente a un espejo e intentar arreglar tu apariencia, para nadie.
La soledad… Es sentarte a escribir una y otra vez sobre la misma temática. Gastar hojas y ocupar espacios en los registros y archivos, sin un objetivo claro. Y es, sin embargo, hacer todo lo anterior y terminar con una frase que no venga al caso (o tal vez sí)…
Está bien soñar.
Son las miradas malignas, quizá tenues, que se atraviesan en tu camino, mientras te empeñas en ver tu universo con otros ojos.
Soledad, es engañarte. Adherirte a un cierto grupo de gente que nunca te conocerá. Fingir alegría por acontecimientos baldíos. Saludar con entusiasmo a aquel que sabes no te soporta. Detenerte frente a un espejo e intentar arreglar tu apariencia, para nadie.
La soledad… Es sentarte a escribir una y otra vez sobre la misma temática. Gastar hojas y ocupar espacios en los registros y archivos, sin un objetivo claro. Y es, sin embargo, hacer todo lo anterior y terminar con una frase que no venga al caso (o tal vez sí)…
Está bien soñar.