Mal. Todo está mal.

No estoy muy segura de querer escribir esto. Pero bueno, al final, la cuestión es contar cosas... así que aquí va lo que me ha pasado.

2do semestre.
Lunes, 8 de octubre 2007.
Primer día de clases.
Algún punto de la madrugada donde ya no se sabe si es demasiado tarde o demasiado temprano.
Por fin concilio el sueño, creo.

5:40 am.
Suena el despertador en el closet con música electrónica.

5:45 am.
Lo escucho.

5:50 am.
Suena la otra alarma y me despierto.

5:58 am.
Pero... qué mierd...?! Despierto de nuevo.

6:02 am.
Ahora sí salgo del cuarto. Huele a café. Mi tía habla de política con su amiga.

Bah... ya me aburrí de hacer esto. Intentaré resumir el día...

Llegué a la universidad, me encuentro con varios compañeros del semestre pasado. Esperamos unos 50 minutos al profesor de Francés I. Nunca llegó... Lo peor es que tenemos como 3 horas de clase con él. Fuimos a ver qué había pasado y la respuesta fue: "Ay, ese hombre no ha aparecido desde el viernes. No contesta llamadas ni mensajes". Fantástico. ET MAINTENANT?!

Hice un buen recorrido en la universidad con una compañera. Pfff... no era suficiente con darme sólo 1 o 2 horas para dormir, ¿verdad Universo?, ¡Maldito perverso!
Por fin se hace la hora para entrar a Inglés I. COOL!
Después de 15 minutos llega el tipo y lo primero que dice es: "¿Por qué hay tanta gente?"
(y bueno, idiota, ¿qué mierda sabemos nosotros?). En eso saca la lista de personas y dice: "Del 1 al 16 verán clases conmigo sólo lunes y jueves. Del 17 al ...-X no recuerdo qué número soy. Sí, soy la última-, verán clases sólo martes y viernes". Oh, sorpresa... al rato, parece que se percata de que, obviamente, nadie sabe qué número es y comienza a nombrar. Cuando termina, nos sacó a los de los martes ¬¬. Chévere... ¿y ahora qué hago?... Nada, meterme en Internet.

Luego regreso a la jaula de clases porque teníamos que ver Lengua Española. ¡Enhorabuena, tío... que esto me suena bien!. Y, pues nada... la tipa tampoco llegó nunca. La fuimos a buscar y dijo que iría en un rato. Cosa que no hizo.

Salgo a esperar un bendito autobus, el cual, para no salirse de la rutina de un MALDITO LUNES, llega como a los 20 minutos. Aparte, hoy el sol estaba especial. Parecía que fuese a estallar y acabar con el mundo (no hubiese sido mala idea). Y nada, como de costumbre, iba lleno hasta la madre. Luego, me toca tomar otro en el centro, también repleto de gente. Y como tengo tan buena suerte, voy parada y para completar, al lado de un tipo con la pinta más psicópata que te imagines... iba escuchando changa o no sé qué diablos en su celular (a toda mecha), mientras se lo ponía en la boca y meneaba la cabeza, estilo Heavy Metal. En fin...

Llegué a casa (deshidratada). Todo un alivio... la comida estaba hecha. Comí con mi tía y su amiga. Mi pescado tenía tantas espinas como para sacarme la piedra, pero bah... había sido demasiado. Pensé en tomar una ducha y descansar un rato, ya que tenía que salir a enviar algo al pueblo. Por si no era suficiente tener que salir a hacer algo después de tan puto día y habiendo dormido tan poco, a mi tía se le ocurre la brillante idea de que debo retomar mi curso de francés, justo ahora... que vaya a hablar con la gente para ver cuando comienzo... y que, de paso, llegue al salón de "belleza" donde me torturan (léase sacar con cera todos los pelos que tengo en el rostro).

No hice nada de eso. Sólo fui a enviar lo que debía enviar. Y eso fue otro cuento. Pero nada para alarmarse, como todo lo antes escrito. Me acosté a dormir a las 5 pm, más o menos... y cuando estoy agarrando el sueño (CLÁSICO), me llaman. ¡NO, MALDITA SEA... NO!, anulo las 7 llamadas, no leo mensajes. Me levanté a las 8 pm a comer... y hasta ahora, todo bien. Eso sí, me llamaron mis padres para saber qué tal el primer día... a lo que respondí, con el tono más normal posible: Bien...!

Maldición.

No lean esto.

No... en serio.