5/12/09

Entonces (Microrrelato)


Por LVI




Él ya lo sabía. Había caído en las redes de sus pupilas. Sabía que no existía parche capaz de hacer que dejara de fumarse su olor. No podía; ya había cometido el celestial error de dejarse encantar por aquella voz. Una vez más se sabía perdido, sin retornos ni salidas. Vagando por sus pestañas, dando tumbos por sus pómulos.

Era la primera tarde en el café en la que conversaron más a fondo acerca de sus vidas. Un hombre de rasgos asiáticos casi gritaba al teléfono en su lengua materna y se reía soltando bocanadas de humo al compás de la carcajada. La mesera conversaba con una pareja sentada más lejos y hacía chistes sobre una loca noche en el bar de un tal Fernando.


-Entonces no quisiste ser veterinario…

-No… Yo… acostumbro abandonar todo aquello que me guste…

-¿Cómo? –se sorprendió.

-Tengo tendencia a la adicción… de cualquier cosa que me guste…

-Así que debo deducir que no te gusta hablar conmigo.

-Ja… pero… no, cómo crees… si pasamos siglos hablando… yo, bueno, tú sabes, lo disfruto y tú…

-Entonces, ¿por qué sigues haciéndolo?


Él ya lo sabía. Lo sabía desde sus párpados hasta sus venas. Pero, ¿cómo diablos podría explicárselo a ella?

2 comentarios:

Kala dijo...

me dejó pensando algo que dijiste... "Tengo tendencia a la adicción… de cualquier cosa que me guste…"
es demasiado fuerte!!! te juro q me sentí identificada... lo confieso, soy una adicta de todo lo que me gusta, pero sabes? como buena adicta, yo ni si quiera intento dejarlo...

LVI dijo...

Jajajaja qué buena... Es así! :D