2/12/09

Todavía



(Hoy no habrá foto. El lugar existe, pero no tengo ganas de buscar una imagen que huela a sal.)




Sé que estuve aquí. Que era de noche y que no había luz. Que en la tienda me entregaron cuatro o seis cervezas, a duras penas, frescas. Sé, también, que no me importaba. Que quería embriagarme; estar feliz. Aunque estaba feliz y muriéndome.

Olía mucho a mar… Para llegar a la playa había que cruzar esa calle. Puedo jurar que estaba la luna, rastreando, buscando dónde ver su reflejo dentro del agua. Había tráfico, no era muy tarde. Sé que me sentía libre por causa del mismo olor y del infantil hecho de que podía cruzar la calle a aquellas horas. Aún lo hago.

Pero también sé que la luna encontró tus ojos inmensos y olvidó el mar. Y sé, además, que yo los había encontrado primero. Y que no había recordado nada de lo anterior, sino ahora, cuando empiezo a olvidarte.


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