17/1/08

Corta travesía

Foto cortesía de USA Today (creo).
Sólo una buena (excelente) noticia.

They're back!


No he escrito una palabra bonita desde el año pasado (qué lejos se oye, ¿cierto?)...
Realmente no ha pasado demasiado. Refiriéndome al tiempo y a los sucesos. Pero lo que ha pasado, ha sido lento, fuerte y definitivo.

Mi cuerpo está encerrado en la habitación; me rehuso a moverme a cualquier lugar. Sólo por inercia salgo a la universidad, aunque prefiera seguir durmiendo. Ja... no sé de dónde saco tanto cansancio. Lo juro.
Entonces decía que, mi cuerpo está encerrado (decisión de él mismo). Pero una fracción de mi alma, quizá... osó salir por este mínimo agujero para explicarle a nadie qué ha sido de mí.

Permanezco aquí, donde antes estaba. Aspirando que el semestre termine cuanto antes y seguir obteniendo buenas calificaciones para dejar más tranquila a mi familia.
Estoy durmiendo lo que no como. Y para ser honesta, no me apetece nada. Ni siquiera hablar (tomando en cuenta que últimamente estaba hablando mucho para lo que acostumbraba) o reír... o gritar. No quiero nada. El frío me despierta y me asomo a la ventana, pero no puedo abrirla... es de noche, hace más frío afuera. Y no tengo antojo de masoquismo.

Duermo demasiado desde hace una semana, lo sé. Es casi enfermizo. Y si resuelvo mirarme al espejo luego de lavar mi cara, es peor. Las ojeras siguen intactas. Pienso que tal vez se deban a que Morfeo o algún ente infernal me da palizas porque estoy pasando más tiempo en aquel universo que en el mío. Aún no lo sé. Y tampoco quiero probar lo contrario.

La vida me ha malcriado. No debería estar escribiendo esto -dice mi Álter ego, con su tan marcado acento español-
Y está bien. Es hora de volver a mi celda... no quiero emocionarme.

Feliz año nuevo. Feliz, feliz, feliz.

No hay comentarios: