14/12/07

Relato I - Fragmento séptimo

By LVI

Y quiso salvarla.

Una vez más le había hablado de su esposo con cara de gorrión degollado. Semejante, también, a cuando un niño rechaza los vegetales pero se los come por complacer a su madre (o tal vez para ganarse permiso para salir a jugar).

Todos los viernes, al salir de la oficina, se iban con otros colegas a un bar cercano a beber y recordar sus mejores épocas.
Ella siempre decía que ya había vivido lo que tenía que vivir. Él pensaba que seguramente, como muchos, se había apresurado en su adolescencia tomando muy en serio lo de “Carpe diem”. Pero no estaba de acuerdo con que dijera que ya había vivido y probado todo.

Una de esas tantas veces que repitió aquello, él se había propuesto un objetivo un tanto difícil, pero muy atractivo.

-Ya pasé esa etapa. –comentó ella acerca de algún tema.
-¿Alguna vez amaneciste en una playa solitaria escribiendo mensajes tontos en la arena y bebiendo vino barato? –se atrevió a preguntarle con varias cervezas encima.
-… No. –respondió ella con gesto incrédulo.
-¿Alguna vez, luego de haber hecho cualquier tipo de locura, fuiste en contra de tus sentimientos?
-Siempre he sido constante…Voy por lo que quiero.
-Ya…
-¿Ya te emborrachaste?
-No. Me refiero a que…
-¡Está borracho! –gritó el más ebrio del grupo
-No importa… -le dijo él al oído, bebiendo su último trago y levantándose de su asiento.
-¿Te vas? –preguntó ella discretamente, haciendo ademán de levantarse.
-No me siento bien. Nos vemos mañana. –dijo alejándose
-¿Dije algo malo? –volvió a preguntar, esta vez alcanzándolo y tomándolo por un brazo.


Él sólo sonrió, se acercó para darle un beso de despedida al aire, rozando su mejilla y salió del bar.
Encendió un cigarro y miró al cielo, aún sonriente. Fue cuando se planteó aquella meta. Sin importar el costo, arrancaría de su vocabulario esa frase tan detestada... La haría darse cuenta de que nunca se vive lo suficiente.


No hay comentarios: